El manejo de la terminología legal cuando se va a realizar la traducción de un documento en este ámbito es un requisito indispensable para un traductor de esta especialidad, ya que no basta que sea un experto traductor, también debe ser un conocedor de los términos legales. Esto es indispensable ya que un error en un término podría costar una gran cantidad de dinero o pérdidas considerables en una negociación, inversión. La traducción legal, es considerada una de las traducciones más complejas, ya que el contexto legal necesita de una gran precisión y exactitud en el uso de los términos, de allí que un traductor jurídico debe ser no solamente un experto en idiomas, debe ser un profesional del derecho que es capaz de comprender las terminologías legales utilizadas, aunado a la cultura propia y legal en cada país. La terminología, la sintaxis y el conocimiento en el derecho, deben estar presentes para que un abogado sea exitoso, sobre todo en un caso de origen internacional, ya que de esta capacidad de traducir para trasladar de forma ajustada y veraz, no solo las palabras, sino el sentido del texto legal original, dependerá su éxito. ¿Qué es la traducción legal? Consiste en traducir de un idioma a otro, documentos que poseen un carácter legal, ya sean documentos de origen público (documentos oficiales emitidos por la Administración o un organismo público) o de origen privado (redactados para regular un determinado negocio jurídico entre empresas o particulares) Dentro de estos textos podemos encontrar multitud de subclases: actas notariales, estatutos de una sociedad, decretos, leyes, órdenes ministeriales, actas de reuniones, entre otras. ¿Cuáles son las características de la traducción legal?
¿Cuál es la importancia de la traducción legal? La traducción errada de un documento legal puede acarrear perdidas económicas o demandas judiciales, es muy importante que los documentos y los textos de dichos documentos estén bien traducidos, ya que estos fueron redactados por profesionales en el campo jurídico, utilizando términos que no son utilizados de manera regular en nuestro vocabulario, por eso no todos los traductores profesionales pueden dedicarse a la traducción legal o jurídica. No se puede realizar una traducción literal palabra por palabra, es necesario conocer el contexto, además saber que de esta traducción se derivan decisiones que tienen efectos legales tanto para el emisor como para el destinatario. Los traductores tendrán que intentar explicar en el idioma de destino a qué hace exactamente referencia ese término en el idioma original. De esta forma, las estructuras lingüísticas no tienen por qué ser las mismas en ambos idiomas. Una traducción jurídica también tiene que tener en cuenta la equivalencia social y cultural, además de la lingüística. ¿Cuáles son los documentos que requieren de una traducción jurídica?
Qué formación debe tener un traductor legal Un traductor legal profesional, debe tener un sólida formación académica en Derecho, también es necesaria una sólida formación en el campo de la traducción.
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